La construcción sustentable representa una manera radicalmente diferente de pensar:

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Requiere de una forma de pensamiento que va mucho más allá de la disciplina de una ciencia exacta o solamente el uso de Energías renovables.

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Requiere de una combinación de experiencia en arquitectura, ingeniería y construcción adquirida al paso de los siglos, con la exploración innovadora de nuevos enfoques a fin de satisfacer las demandas de generaciones futuras y el cuido del ambiente y de todas especias.

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La construcción sustentable fusiona la experiencia con el afán de explorar nuevos horizontes.

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El futuro de la edificación, sea por viviendas privadas, comerciales como sociales, es una responsabilidad que va a dar influencia, si va a sobrevivir esta creación divina que es esta planeta tierra con sus creaturas y plantas por un futuro.

A la hora de enfrentar un emprendimiento tal como una vivienda, es necesario poder unificar los mejores criterios de los distintos actores que van a intervenir en su proceso constructivo. De esta manera, se permite la intervención de los mismos durante el proceso de diseño.

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El diseño integral de la arquitectura es un llamado a la profesión, y a lograr un equilibrio entre la necesidad de requerir asesoramientos y la posibilidad de que, desde un pensamiento arquitectónico integrado, se incorporen los sistemas que hacen a la arquitectura más sustentable, pero de una manera natural y desde su concepción.

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​Un proyectista va a tener el rol de diseñar la vivienda, pero también va a incorporar en este momento, donde se planifica y se piensa la obra, criterios de calefaccionistas, de sanitaristas, de instaladores de energías renovables, de empresas o materiales para construir la vivienda, entre otros, y la incorporación lo antes posible de estos criterios, no solo enriquece la visión del arquitecto, sino que genera sinergia en donde todos los conceptos se unen y pueden, no solo aportar conceptos a la vivienda, sino también generar un vínculo intenso entre ellos. Por ejemplo, como un buen diseño arquitectónico, en relación a las características técnicas que necesitan los equipos de energías renovables, puede generar innovación en los paradigmas de belleza de la sustentabilidad, y concluir en un elemento arquitectónico tal como una pérgola construida con los mismos tubos que brindan las energías renovables.

El confort, la calidad de vida y el retorno a la Naturaleza son preocupaciones importantes para los que adquieren una vivienda unifamiliar. Muchos encuentran actualmente la respuesta a estas inquietudes en una casa de madera.

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Ecología y respeto al medio ambiente deben preocupar hoy día a la mayoría de los ciudadanos. Entre todos los materiales de construcción, la madera es el único natural y renovable. El proceso de transformación de la madera para su utilización en la construcción es bien sencillo y necesita muy poca energía si lo comparamos con los métodos de obtención de otros materiales.

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Dar el paso de construir en madera es concienciarse por el medio ambiente, reduciendo el consumo energético y contaminación así cómo promoviendo el crecimiento de bosques controlados que serán el pulmón de la Tierra. La casa de madera es una casa que respira, ya que la madera absorbe y expulsa la humedad regularizando así la del medio ambiente interior. Contribuye a evitar dolencias de reumatismo y problemas respiratorios, por estabilizar la humedad, filtrar y purificar el aire.

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La madera tiene una relación resistencia-peso más favorable que el acero, y mucho más favorable que el hormigón. También hay quienes consideran que las estructuras de madera solo duran unos decenios: Esto está muy lejos de la realidad. Y además la madera es uno de los pocos materiales que envejecen naturalmente. La amplia utilización de la madera en todo el mundo demuestra que las numerosas ventajas de la madera sobrepasan ampliamente a los inconvenientes.